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Alfonsa de la Torre 1915-1993 ANTIFONA DE SANTA CECILIA ( Oratorio de San Bernardino )





ANTIFONA DE SANTA CECILIA



¿Adonde tienes el nido,

paloma de piedra blanca?


Entre los huesos dormidos

de mis hermanos en gracia.


¿Dónde reclinas tu sueño,

paloma de claridades?


En el hombro de mi dueño,

desnudo de tempestades.


¿Qué paisajes se deslizan

por tu sueño reclinado?


Palabras que se declinan

en los labios de mi amado.


¡Qué brazos tendrá tan dulces

para que te dure el sueño!


El regazo que me cubre

mata la espina del tiempo.


¿Cómo surcaste las aguas,

delfina de aguas hirvientes?


Con un esquife de plata

y tres alas en la frente.


¿Quién te segó la cabeza,

gacela de altanería?


El que logró tal proeza

un buen segador sería.


¿Por qué imitaste a las rosas,

temprana flor de la muerte?


Alcanzar muerte de rosa

es la mejor de las suertes.


¿Qué músicas te aclamaban

cuando emprendías el vuelo?


Los ángeles las sonaban

en las arpas de mi pelo.


¿Quién pone frescos gladiolos

a los pies de tu escultura?


Aun sigue mi ángel custodio

las huellas de mi figura.


¿Qué hiciste con las coronas

que perfumaron tu vida?


Collares a las palomas

de las vírgenes dormidas.


¿Qué llevas en esa mano

que reluce como un lirio?


Con los dedos de la mano

lanzo yo mi dulce trino:


Uno y Trino

Trino y Uno

Uno y Triiino,


¡Qué hermosa suerte!

Por semejarte a las rosas

no te ha tocado la muerte.











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