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Rosa Alice Branco (Aveiro 1950 - ) A DIVISIBILIDADE DOS AROMAS





A DIVISIBILIDADE DOS AROMAS


Pela janela vem o cheiro da manhã, da relva
e das rosas salpicadas de fresco que se casam com o cheiro
dos lençóis sonolentos. Ao bater a porta já só sinto
o meu perfume, o que pomos por cima das certezas
e das dúvidas, por cima dos segredos que trespassam a pele.
Em breve me confundirei com o cheiro dos outros, daquele homem
vergado pelo saco de batatas, da florista a compor as margaridas,
da peixeira à porta da vizinha mostrando as goelas sangrentas
(talvez porque se tenha levantado cedo e apregoar assim
fere a garganta), das crianças a caminho da escola, de todos
os que hão-de cruzar o meu dia e de ti que hás-de cruzar
também a minha noite. Contar-te-ei todas as horas com a mistura
dos aromas que me compõem e ouvirei na tua pele
a subtil diferença entre os dias. Amanhã fecharemos a porta
e o teu cheiro irá entranhado em mim até uma distância infinita
das rosas que cantam à janela e seguirei pela estrada
estendendo a pele às dádivas do dia.



LA DIVISIBILIDAD DE LOS AROMAS



Llega por la ventana el perfume del día, de la hierba

y de las rosas salpicadas de frescor que se mezclan con el aroma

de las sábanas somnolientas. Al llamar a la puerta ya sólo siento

mi perfume, el que ponemos por encima de las certezas

y las dudas, por encima de los secretos que traspasan la piel.

Pronto me confundiré con el olor de los otros, de aquel hombre

doblado por el saco de patatas, de la florista arreglando las margaritas,

de la pescadera en la puerta de la vecina mostrando las gargantas sangrientas

(tal vez porque se haya levantado pronto y pregonar así

daña la garganta), de los niños camino del colegio, de todos

los que han de cruzar por mi día y de ti que has de cruzar

también por mi noche. Te he de contar todas las horas con la mezcla

de los aromas que me componen. Y oiré en tu piel

la sutil diferencia entre los días. Mañana cerraremos la puerta

y tu aroma irá entrando en mí hasta una distancia infinita

de las rosas que cantan en la ventana y seguiré por el camino

extendiendo la piel a los dones del día.

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