¡Si se lo
diré yo...!
¡Si se lo diré...!
¿Acaso me atreveré?
¿Sí, o no?
¡ Al rorro, rorro!
A mi lucero...
¡Campanitas de plata
para su sonajero!
A la una...
Moviendo su
cuna.
A las dos...
¡ Que me ayude Dios!
A las tres...
¡ El arcángel Gabriel!
A las
cuatro...
Si se acerca el diablo
le tiro un zapato.
A las
cinco...
I Danzo y
brinco!
A las
seis...
Debajo la manta
parece un
ciempiés.
A las siete...
Babero, imperdible y chupete.
A las ocho...
Con la flor de la harina
le haré un bizcocho.
A las
nueve...
Se me cae de las manos
de suave y
leve
A las diez...
(¿Qué es esto, pardiez?)
Seca y
torna que viene la broma.
¡ Que
vienen las brujas!
Manillas de tejón,
patas de garduña,
nácar y
azabache,
marfil y coral,
la ruda y
el apio juntitos irán.
Pin, pan,
pin, pan,
que limpio ya está.
Medalla y fajero.
¡ Campanitas de plata
para su
sonajero!
San
Cristóbal y San Juan
en la arena
jugarán
con mi retoño de enebro.
Pin, pan,
pin, pan,
babero y chupete
chupete y babero...
I Basta ya de lata
niño impertinente
que han
dado las siete!
Las siete y
sereno...
¡ Ay, lára, lará!
(Me duermo, me duermo.)
¡ Sonajas y
almirez
que han dado las diez...!
Me duermo con él,
me muerde su pico.
¡Si se lo diré...!
¡ Te quiero! ¡ Te quiero!
¡ Al sueño de miel
mientras le abanico
con un mirabel!
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