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Seamus Heaney 1939-2013 Mid - Term Break / Vacaciones de Mitad del Trimestre.





I sat all morning in the college sick bay

Counting bells knelling classes to a close.

At two o'clock our neighbours drove me home.



In the porch I met my father crying—

He had always taken funerals in his stride—

And Big Jim Evans saying it was a hard blow.



The baby cooed and laughed and rocked the pram

When I came in, and I was embarrassed

By old men standing up to shake my hand



And tell me they were 'sorry for my trouble'.

Whispers informed strangers I was the eldest,

Away at school, as my mother held my hand



In hers and coughed out angry tearless sighs.

At ten o'clock the ambulance arrived

With the corpse, stanched and bandaged by the nurses.



Next morning I went up into the room. Snowdrops

And candles soothed the bedside; I saw him

For the first time in six weeks. Paler now,



Wearing a poppy bruise on his left temple,

He lay in the four-foot box as in his cot.

No gaudy scars, the bumper knocked him clear.



A four-foot box, a foot for every year.






Me pasé la mañana sentado en la enfermería del colegio

Contando campanadas que anunciaban el final de las clases.

A las dos los vecinos me llevaron a casa.


En el porche encontré a mi padre llorando¬

Siempre se había tomado los entierros con calma-

Y el grandullón jimmy Evans, diciendo que era un golpe muy duro.


El bebé se arrullaba y reía y mecía en su silla

Cuando entré, y me sentí violento

Por los viejos que esperaban de pie para darme la mano


Y decirme que “me acompañaban en el sentimiento”.

Entre murmullos se enteraban los extraños de que yo era el mayor,

Que estaba estudiando fuera, mientras mi madre me sujetaba la mano


Entre las suyas, y suspiraba enojos sin verter una lágrima.

A las diez llegó la ambulancia

Con el cadáver restañado y vendado por las enfermeras.


A la mañana siguiente entré en la habitación. Las campanillas blancas

Y las velas sosegaban la cabecera; lo veía

Por primera vez en seis semanas. Ahora más pálido,


Tenía la amapola de un moratón en la sien izquierda,

Yacía en la caja de cuatro pies como en su cuna.

No había heridas llamativas, el topetazo había sido limpio.


Una caja de cuatro pies de largo, uno por cada año.

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