Para Victoria, Alfonso y Cordelia
Un volume d’air tranquille
MAX BLECHER
Un volumen de aire calmo,
fuera del cuerpo, dentro del alma,
tranquilo todo, la sucesión
de pasos, palabras y silencios,
la carencia de ansias,
la alternancia de matices tenues,
la marejada sin mar de atardeceres
de un otoño mental,
sin prisas, «les petites perceptions»*
y el estrépito nunca.
Vienen de lejos,
(los hay, lo sé)
quienes quieren respirar
los tilos y acacias de un paseo
verde y brumoso:
acreditado paraíso
claro de parsimonias, sin premuras,
sin malhumores,
un aire sin agobio,
como una vasta vaca somnolienta,
que se tiende, nos nutre, centellea.
Quizás ya la dicha consista
en ser capaz del mero imaginar
este verdor sin prisa, como un templo
de sabia paz.
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