imprimir página

Oda a la reina del Iran XIII (fragmento) Alfonsa de la Torre






Despreciando los fáciles espejismos

de carnosas rosas,

los fáciles espejismos de aroma cálido

por buscar mis retamas agrias,

mis ácidos amargahieles de la duna,

cardos enjutos que sostienen acericos de espinas.

He preferido tu sabor de tierra,

soledad desolada,

tu parda soledad adornada de colinas

macilentas,

de álamos etéreos que caminan enterrando ríos.



He elegido tu sordo duelo de pinos sangrante»,

mi soledad herida,

el seco aroma de tu resina en lágrima,

multiplicándose en la niebla

bajo campanas fúnebres.



¡Cuánta soledad para mí sola que crecí

en soledades!,

como abeja melancólica que libara

silencios,

como cigarra que cantara entre zarzas.



He gustado tu pan de ceniza,

mi seca soledad;

me han alimentado las frutas huecas

de tu mar muerto,

soledad vacía,

y no he hallado más que almohadas de ortigas

lacerantes para apoyar mi insomnio,

soledad sin compasión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario