EL EUME EN OTOÑO
Es pleno otoño en todos los bosques
de este hemisferio.
En el Eume cada árbol
elige su coloración entre marfiles
y pigmentos vocálicos
que en otro tiempo
acudían a Caaveiro.
Por el empedrado arriba
solo los oros de la memoria
dejan entrever un silencio absoluto.
En A Fontenova,
sin embargo,
hay ya sonidos
que empiezan a bajar
por las escaleras
del bosque.
Es Breamo.
Subimos al filo del amanecer.
Paolo Uccello asiste a la ceremonia
y toma nota de las coloraciones
del instante.
Federico Mompou llega de la mano
del maestro Leira.
Y todo el paisaje se torna irreal,
feérico,
deliciosamente eumés.
Celebremos
en lo más alto
de nuestro deseo
la piedra que el musgo hace visible
en la equidistancia
de San Miguel de Breamo
y Caaveiro,
arquitecturas en que el misterio
se hace fulgor.
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