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Jorge Guillén 1893-1984. ARS VIVENDI






ARS VIVENDI

                 Presentes sucesiones de difuntos

                                                             Quevedo



Pasa el tiempo y suspiro porque paso,

aunque yo quede en mí, que sabe y cuenta,

y no con el reloj, su marcha lenta

nunca es la mía bajo el cielo raso.



Calculo, sé, suspiro no soy caso

de excepción y a esta altura, los setenta,

mi afán del día no se desalienta,

a pesar de ser frágil lo que amaso.



Ay, Dios mío, me sé mortal de veras.

Pero mortalidad no es el instante

que al fin me privará de mi corriente.



Estas horas no son las postrimeras,

y mientras haya vida por delante,

serás mis sucesiones de viviente.




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