Autumn, and the nights are darkening.
The old lady tells us of her past once more.
She muses on the days she spent nursing
at ten shillings a month. ‘And what exams!
I could understand anything in those days.
What summers we had then, what lovely autumns.’
And so I imagine her cycling to her work
among the golden leaves, down avenues,
to hospitals which were disciplined and stark
with hard-faced matrons, doctors jovial
with an authority that was never quizzed,
while grizzled Death suckled at his phial,
and autumn glowed and died, outside the ward,
and girlishly she saw it fade in red
in sky and sheet, and evening was barred
with strange sweet clouds that hung above the bed
La vieja señora
Otoño, y las noches más rápidamente oscurecen
La vieja señora nos habla otra vez de su pasado.
Reflexiona sobre los días gastados cuidando
A tan sólo diez chelines al mes. Y vaya exámenes!
Yo era capaz de comprender cualquier cosa aquellos días
Que veranos aquellos , que encantadores otoños.
Y me la imagino pedaleando a su trabajo
Entre las doradas hojas, bajando las avenidas
Hacia los hospitales tan serios y rigurosos
Con duras severas matronas, doctores joviales
Con una autoridad que jamás era puesta en cuestión
Mientras la grisácea muerte de su vial chupaba
En el exterior el otoño brillaba y moría
Y femenina veía como se apagaba en rojo
En el cielo, en las sábanas y en la tarde rayada
Con extrañas dulces nubes colgadas sobre la cama
Iain Crichton Smith
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