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José Hierro 1922-2002. A CONTRATIEMPO






Este poema tiene un son

que no es el suyo. Imaginad

que estamos bailando un bolero.

Pero la música que suena

yo no la oigo: es otro ritmo,

otro compás, el que yo llevo.

Bailo a destiempo, a contratiempo.

Mi pareja se queja porque

la estoy pisando. ¿Cómo puedo

decirle que escucho una música

que ya sonó o no sonó nunca?

Nos sentamos. No nos miramos.

(No nos veríamos).

                                              El son

de este poema no es el suyo:

llevamos músicas distintas.

Por eso el baile es imposible

y debo desistir.

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