IL PIANTO DE LA MADONNA
Se ha vuelto hielo el cielo,
se ha vuelto hiel la miel,
se ha vuelto amarga el agua.
Se ha vuelto amarga.
El agua de las fuentes se ha vuelto amarga;
el agua de la lluvia se ha vuelto turbia;
el rocío del cielo se ha vuelto hielo;
las flores de la acacia se han vuelto escarcha
el mar se ha vuelto sal,
se ha hecho de sal el mal
y no hay estrellas,
no hay ilusión de estrellas
para el azul del cielo,
para el azul del mar
no hay ilusión de perlas,
ya no hay perlas ni estrellas
la ilusión es de sal;
las perlas son de piedra,
las estrellas de niebla,
la esperanza de hiedra;
tan fría que se quiebra,
tan dura que se hiela;
nieva sobre el almendro,
el oro está de duelo,
han muerto las abejas,
nieva sobre la pena,
nieva sobre el silencio.
Nevada de la nada
con ruido de gemido
¡cómo cae sobre el aire!;
las tumbas son de nadie,
las cruces son de ansias,
muda se queda el alma.
¡Qué frío da el vacío!
Se han parado los cantos,
se han callado los mirlos,
sólo hay manto de llanto.
Sedienta está la sangre,
la carne tiene hambre,
la carne siente miedo,
el alma está desnuda:
túnica sin costuras
te teje la amargura
mortaja sin consuelo;
nieva sobre el almendro,
nieva sobre la noche,
el corazón se encoge.
En la celda del hielo,
¡cómo se alarga el frío!,
¡cómo se achica el cielo!
Para el duelo del gozo
¡qué escasos son los ojos!
Las uvas brotan lágrimas
en el lagar del llanto,
en el lagar del pecho
han pisado los sueños:
los copos son de ansias,
nieva sobre la nada...
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