imprimir página

Llanto por la cierva acosada. ( Plazuela de las obediencias ) Alfonsa de la Torre







Ya cerca del molino

donde empieza la senda

como cierva acosada

que busca la querencia

entre árboles amigos

bajo alas de arroyeras

a golpes de puñales

la han tendido, en la tierra.

Su boca amoratada

que fue nido de fresas

besada por la muerte

es una rosa negra;

ni forma de muchacha

ni sombra de doncella

sólo un carbón deforme

comido por las cuervas.

Su cuerpo que era lirio

moviéndose en la hierba,

sus ojos que miraban

como fuentes serenas

son ahora, en la noche,

aventadas pavesas,

lo que deja en el alma

el vuelo de una estrella.

| Qué montero de escarcha

segó la primavera! ;

Qué montero de nieve

la hirió con su ballesta!

¡ Qué montero quebró

las alas de su pelo!

¡ Qué montero

apagó su destello!

¡Qué sacre

dobló su talle!

Llorad, amapolas,

llorad por la novia.

Llorad, altos pinos

de rubias cogollas.

Llorad por la novia.

Llorad, arroyuelos

de verdes orillas,

sotos y hontanares,

praderas y lomas.

Llorad por la novia.

Llorad, tiernos gamos

de patas ligeras,

venados y corzas.

Llorad por la novia.

Llorad, ruiseñores

de dulce garganta,

tordos y vencejos,

calandrias y alondras.

Llorad por la novia.

Llorad, margaritas

de tallo delgado,

cantuesos y rosas

Llorad por la novia.

¡ Que todas las flores

curven sus corolas!

Llorad por la novia.

Hojas del tomillo

espliego y romero

¡ perfumad su recuerdo!

¡ avivad su memoria!

Llorad a la novia.

De su lecho de novia

volarán las palomas.

De su lecho de mirlos

huirán los jacintos.

A su lecho de hiedra

hasta una cruz de piedra.

I Qué montero de niebla

segó tanta promesa!

¡Qué montero

sembró el monte de duelo! ;

Qué halcón

nos la mató a traición!

Llorad, amapolas...

¡ Qué montero...!

Volad, blancas palomas

volad de su lecho.

¡Qué montero...!



Ya están ahí, ya vienen,

ya nos la traen, hermana.

En andas de pino

entras en tu casa.

En andas de pino

vuelves a tu nido.

En colchón de ramas

entras en tu casa.

En colcha de sangre

cruzas sus umbrales.

¡Ay, hermana!

En andas de pino,

en colcha encarnada.

¡ Ay, cordera!

En andas de pino

por la vez postrera.

¡Tejamos guirnaldas

con juncos de río

y flores de zarza!

¡ Biznagas de jazmines

para la virgen!

¡ Ramos de azucenas

para adornar sus puertas!

¡Manojos de retama

en cada ventana!

¡ Ay, lucero!

¡Qué cazador de hielo...!

¡Ay, galana!

¡ Alfombremos tu entierro

con mejorana!

Mejorana y romero

echemos en tu entierro.

¡ Ay, hermana!

En andas de pino...

¿ Quién te salió al camino ?

¿ Quién acortó tu senda ?

¡ Qué montero de niebla!

¡ Ay, paloma!

En andas de pino...

sin velo y sin corona.

En andas de ramas...

sin cantos y sin danzas.

Por la negra endrina:

sin padrino y sin madrina.

Por el copo de la lana

en lugar de azahar, llevas palma.

¡ Por las flores del romero!

¡ Quién puso el monte de duelo!

¡ Por las flores de la estepa!

¡ Quién te lanzó sus flechas!

¡Qué montero...!

¡Qué cazador de hielo...! ;

Quién acortó tu senda...!

¡ Qué montero de niebla...!


No hay comentarios:

Publicar un comentario