And Death Shall Have No Dominion
And death shall have no dominion.
Dead man naked they shall be one
With the man in the wind and the west moon;
When their bones are picked clean and the clean bones gone,
They shall have stars at elbow and foot;
Though they go mad they shall be sane,
Though they sink through the sea they shall rise again;
Though lovers be lost love shall not;
And death shall have no dominion.
And death shall have no dominion.
Under the windings of the sea
They lying long shall not die windily;
Twisting on racks when sinews give way,
Strapped to a wheel, yet they shall not break;
Faith in their hands shall snap in two,
And the unicorn evils run them through;
Split all ends up they shan’t crack;
And death shall have no dominion.
And death shall have no dominion.
No more may gulls cry at their ears
Or waves break loud on the seashores;
Where blew a flower may a flower no more
Lift its head to the blows of the rain;
Though they be mad and dead as nails,
Heads of the characters hammer through daisies;
Break in the sun till the sun breaks down,
And death shall have no dominion.
Y la muerte no tendrá dominio
Y la muerte no tendrá dominio.
Muertos y desnudos los hombres serán uno
Con el hombre en el viento y en la luna de poniente;
Cuando sus huesos sean recogidos desnudos y limpios
y los huesos descarnados hayan desaparecido,
Tendrán las estrellas a sus pies y al alcance de su mano ;
Aunque enloquezcan, estarán cuerdos;
Aunque se hundan en el mar, aflorarán de nuevo;
Aunque los amantes se pierdan, no lo hará el amor ;
Y la muerte no tendrá dominio.
Y la muerte no tendrá dominio,
Bajo las mortajas del mar
Ellos, los que hace mucho yacen , no morirán asustados;
Retorciéndose en el potro cuando los tendones cedan,
Atados a la rueda, sin embargo no se romperán;
La fe en sus manos se quebrará en dos,
Y los unicornios demonio los traspasaran;
Desgarrados totalmente no se resquebrajarán;
Y la muerte no tendrá dominio.
Y la muerte no tendrá dominio.
Ya no gritaran las gaviotas en sus oídos,
Ni las olas romperán ruidosas en la orilla;
Donde fue golpeada una flor, quizás ya ninguna flor
Levantará su cabeza afrontando los embates de la lluvia;
Aunque esten locos y muertos bien muertos,
Sus cabezas tenaces se levantarán entre las margaritas;
Trataran de domar al sol y lo harán hasta que el sol se rinda,
Y la muerte no tendrá dominio.
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