EUME
Umbrío el umbral.
El monasterio de Caaveiro
aparece de pronto
en la memoria del follaje.
La luz desciende lenta,
como suspendida en el aire
en que parece arder.
Todo sigue un orden.
Estas son las señas de identidad
de este paisaje
entre las sílabas del frío.
La plenitud del gozo
está en el Eume.
En sus orillas,
la levedad de esta niebla
es el amparo.
La palabra pierde pie en sus aguas.
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