imprimir página

PASEO. Jacobo Cortines







Sereno el mar al acabar la tarde,
y el cielo entre celeste y amarillo.
Dos cañas de pescar sobre las piedras
el horizonte enmarcan.
Rota y Cádiz, envueltas en la bruma,
fantasmales ciudades que en la noche
poco a poco se van iluminando.
Por esta larga playa yo paseo
con mi silencio a solas. No hay respuestas
porque nada pregunto. Sólo escucho
el romper de las olas, las espumas
con su frágil murmullo en retirada,
el viento en mis oídos, algún pájaro
que canta mientras vuela. Nada quiero
sino hundir los talones en la arena,
seguir, seguir, hasta sentir cansancio,
y volver lentamente
como un oscuro bulto que regresa
al punto de partida. Ya es bastante
no naufragar en el silencio propio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario