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Thais Espaillat 1994. Una noche abracé.....




Una noche abracé un árbol
y lo sentí tan cerca,
casi igual que cuando
me abrazo en el espejo

Debe ser porque él sabía
que tenía a sus hermanos
ahogándose en mi barriga
y les quería decir adiós

Desde que no como carne
las flores me saludan,
me escupen escarcha dulce por la calle.
Un gesto tan lindo
como la digestión
de las berenjenas,
los ajíes,
los melocotones sonrientes
en los platos blancos

Abraza a tus tíos perdidos,
flora intestinal,
que los tallos visitan corto
La misma noche que abracé el árbol
una trinitaria me cantó una canción triste:
quiere ser tulipán
y tocar el cielo con los dientes

Ah, si algún día voy a Holanda
correré por los campos de tulipanes
con canciones también tristes en la boca,
cogiendo a las flores por las manos
y les cantaría
cerca, cerca
hasta que se caigan
y que el piso les ponga nombre.
Imagina, Trinitaria,
un pétalo azul seguro se llama Daniel,
uno rojo, Carlos,
uno blanco, Eduardo
y así
y caen
y corro
rápido por la lluvia
de los volcanes florecidos
mientras pienso sólo en ti, Trinitaria.

Me dijo que gracias
y otra cosa que no recuerdo
y yo le dije adiós
mientras ella se iba volando
hacia la ventana de alguna floristería
a esperar que abran
para oler las nuevas flores

Qué lindo huele la muerte, ¿no?

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