ORBALLO
Hoy ha roto a llover
en La Coruña mientras
en otras ciudades
desconcierta
el verano.
El agua desciende mansamente
sobre nosotros.
Gotas menudas,
aéreas,
danzan en la mansedumbre
de las horas.
Las rigorosas callejuelas
celebran el rumor
musical
transparente
como caricias de amantes
sobres las sábanas húmedas.
La niebla se posa
sobre cada palabra
que no decimos.
Me reconcilio con este paisaje
en sus secretos.
En la memoria obstinada
por el amor
quien brilla
es Pontedeume.
El alma del agua
y solo ella
yace
en estas piedras
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