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David Whyte 1955- CAMINO







El camino hacia delante, el camino entre las cosas,

el camino ya caminado por otros antes que tú ,

el sendero desapareciendo y reapareciendo incluso

cuando la tierra se abría bajo tus pies,

el dolor claro y patente sólo en el momento

de estar olvidando , después el río,la montaña,

la conmovedora canción de la alondra

invitándote bajo la lluvia a seguir caminando

cuando tus piernas ya se han rendido , y después,

llegará el anochecer y los pueblos medio iluminados

en la luz del atardecer; los hogares de otra gente

vislumbrados a través de ventanas encendidas

y dentro, las vidas de otras gentes , tu propio hogar

que tú has dejado amontonándose en tus recuerdos

mientras buscabas un niño jugando

o una madre moviéndose de un lado

de una habitación a otra ,tus ojos húmedos

con el intenso y frío viento de Navarra.




Pero tú dolor te ha traído aquí para caminar

bajo un nombre y un único nombre ,

y para encontrar el disfraz bajo el cual todas las penas pueden vivir;

recuerda , ese nombre te es dado cada día

a lo largo del camino, recuerda , eres saludado

y tratado por ese nombre y no necesitabas ningún otro nombre,

otra gente parecia conocerte incluso antes

que dejases de ser una sombra en la carretera

Y entrases en la luz,incluso antes de que te sentases

partieras el pan y bebieses el vino ,

secases las lágrimas del viento de tus ojos,

peregrino te llaman ,

peregrino te llaman una y otra vez . Peregrino







The way forward, the way between things,

the way already walked before you,

the path disappearing and reappearing even

as the ground gave way beneath you,

the grief apparent only in the moment

of forgetting, then the river, the mountain,

the lifting song of the Sky Lark inviting

you over the rain filled pass when your legs

had given up, and after,

it would be dusk and the half-lit villages

in evening light; other people’s homes

glimpsed through lighted windows

and inside, other people’s lives; your own home

you had left crowding your memory

as you looked to see a child playing

or a mother moving from one side of

a room to another, your eyes wet

with the keen cold wind of Navarre.




But your loss brought you here to walk

under one name and one name only,

and to find the guise under which all loss can live;

remember, you were given that name every day

along the way, remember, you were greeted as such,

and treated as such and you needed no other name,

other people seemed to know you even before

you gave up being a shadow on the road

and came into the light, even before you sat down,

broke bread and drank wine,

wiped the wind-tears from your eyes:

pilgrim they called you,

pilgrim they called you again and again. Pilgrim.

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