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Jorge Guillén. 1893 - 1984. TODO EN LA TARDE. III






III

Entonces se ensordecen
Las sombras por los muros,
De su destino henchidos:
Muros en el crepúsculo.

Sólo al fin, en la tarde
Venida a un amarillo
Propenso ya a los rojos
Que adelantan estío,

Cristal no dejan ver
Los balcones al sol.
Láminas antes diáfanas
Acumulan fulgor,

Tan favorable así,
Tan rico de reflejos
Que inicia en los balcones
La actualidad del cielo,

Pleno. Revelación:
Una gloria prorrumpe,
Se revela en su coro.
Carmines cantan. ¡Nubes!

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