Gotas de poesia en la inmensidad del océano. Poemas propios y ajenos para disfrutar ,para compartir. En la alegría,en la tristeza, en la luz o en la oscura sombra,al principio o al final... compartir un poema es un regalo maravilloso.
Villacinco triste para un niño sin posada. Angel de Miguel Martinez
Para el Niño
no hay posada,
solo hay astros
que lo guardan.
Para el Niño,
pan de escarcha,
miel de nieve,
roscos de agua…
Y la noche,
negra vaca
que le muge
sol de nanas.
Y la luna,
mula blanca
que le rumia
madrugadas.
Y una estrella
oxidada,
pezoncillo
de luz pálida
que lo arrulla
y amamanta
mientras llega
la mañana.
Para el Niño
no hay posada,
solo auroras
desoladas.
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