NELL’ORA CREDULA*
ENTRÉ en la tarde por donde no debía
y la sorprendo en el ritual para abrir el otoño:
quizás aún son amarillos
los naranjas,no alcanzaron
los rojos un matiz amaranto
y sorprendentes verdes brotan,
distraído rezago.
Debo olvidar los pequeños errores,
volver por donde vine a la paciencia,
corregir mi reloj, único errado.
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