
Revolotean
en el salón de baile
los abanicos
Tus negros ojos
traviesos y risueños
tras el marfil
Invita el vals
a la danza elegante .
Dorados tiempos
Entrelazados
al ritmo de la música
del joven Strauss
los dos enamorados
incansables bailando
Dulces violines
Románticos acordes
En el aire suspiros
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