Ezequiel Pérez Nazario
Hoy se celebra sin faustos
Ni pompas ni gran boato
En la estricta intimidad
El segundo centenario
Del fallecimiento, muerte
De Ezequiel Pérez Nazario
Eximio desconocido
Poeta y escritor a ratos
En un más que duro Enero
Nació milagrosamente
Era tiempo de parteras
de higiene más bien escasa
Dolor por parte de madre,
Entre gritos y suspiros
Pidiendo la epidural
O lo que a mano tuvieran
Y resignación cristiana
Por parte del señor padre
El noveno y los que quedan…
Los que Dios nos quiera dar
Con más penas que alegrías
Con más apuros y aprietos
Que momentos de bonanza
Comió, bebió y … lo que pudo
Permitirse con sus parcos,
Módicos, insuficientes
Ingresos como amanuense
De modesta escribanía
Pero como mortal que era
Más bien antes que después
A los cincuenta y nueve años
Edad más que respetable
Desde luego para la época
Abandonó nuestro valle.
De sudor, penas y lágrimas
No sé si tras dolorosa
y penosa enfermedad
O Dios misericordioso
En su infinita piedad
Le concedió despedirse
Sin alboroto, en silencio
Mientras tranquilo dormía
De muerte no sospechada
En la tierra fue enterrado
Muy pocos acompañaron
A la triste desolada
De formal y negro luto
Afligida viuda y madre
Con hijos de edades varias
Todos ellos muy queridos
Y todos sin excepción
Sin beneficio ,ni oficio
Con poca o ninguna plata
en la alcancía guardada
Negro como el negro duelo
El sombrío panorama
Poco duraron las lágrimas
Y las flores por difuntos
Y no mucho más vivió
La viuda desconsolada
Tristeza, pena … miseria
O simple casualidad
Nada queda de Ezequiel
Solo un nombre en los registros
Nacimientos, nupcias ,muertes
Y en el mejor de los casos
Quizás de los muchos Pérez
Que por el mundo transitan
Alguno lleve las trazas
De sus exclusivos genes
Únicos e irrepetibles
Nacer, vivir y morir
Copular y Procrear
Nada más, ni nada menos
Y todo lo demás humo
Vanidad de vanidades
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