Antes mucho antes
De que fueramos
Del edén expulsados
Antes mucho antes
De que llegaran
Las lágrimas amargas
Por los verdes senderos
De la mano cogidos
Corríamos alegres
Dejando tras nosotros
Un rastro blanco y efímero
De miguitas de pan
Intuíamos más que ver
Los negros ojos grandes
Brillantes y malignos
Del fiero lobo cruel
De dientes afilados
Que dulces abuelitas
En la cama suplanta
Y a los niños pequeños
La inocencia devora
Estos eran los cuentos
Que a todos nos contaban
Cuando inocentes éramos
Y en los cuentos creíamos
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