Y con las prisas
Olvidé cerrar las puertas
Y también las ventanas
que dan al mar azul
Y olvidé escribir tu nombre
En las blancas paredes
Olvidé las viejas fotos
De los momentos felices
Olvidé mi nombre incluso
Olvidé los nombres todos
Hasta olvidé los caminos
Que a la casa llevaban
Y sola quedó la casa
Abandonada y vacía
Condenada al silencio
Condenada al olvido
A la desolada desolación
De la ausencia irremediable.
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